Los participantes comprobaron la preocupante situación de este monumento de la arqueología industrial castreña
Castro Urdiales, 1 de agosto de 2011
Alrededor de cincuenta personas participaron este sábado, 30 de julio, en la ruta ‘CastroVerde en marcha’ al cargadero de mineral de Dícido, organizada por la formación ecologista para reivindicar la necesidad de rehabilitar este monumento único de la arqueología industrial castreña. La salida discurrió por la vía verde de Castro-Traslaviña, cruzando el túnel de Valverde para llegar hasta Mioño y continuando por la senda del río.
El grupo aprovechó el recorrido para recoger residuos tanto del entorno fluvial como de la desembocadura en la playa de Dícido y del paseo costero. Se llenaron diez bolsas de unos 25 litros de capacidad cada una, fundamentalmente de botellas de plástico, latas, envoltorios y demás material no biodegradable.
La actividad contó con la participación de los concejales electos de CastroVerde, de otros miembros del partido, afiliados, simpatizantes y personas interesadas en conocer el problema del cargadero, cuyo pésimo estado de conservación hace peligrar la supervivencia de la estructura. Juantxu Bazán, vicepresidente de CastroVerde, explicó que el proyecto de rehabilitación ha permitido recuperar la zona, señalizarla y poner en valor el cargadero, pero no ha servido para recuperar el monumento en sí, único yacimiento minero de Cantabria que goza de la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC).
“Reactivar el proyecto es una cuestión técnica y económica, y el Ayuntamiento debe luchar por que el Gobierno de Cantabria invierta en él parte de la reserva presupuestaria para recuperación del patrimonio histórico”, dijo Bazán. CastroVerde también denuncia la situación de las instalaciones del entorno del cargadero, que no están a pleno funcionamiento: no hay agua ni luz, muchos árboles se han secado y el parque infantil necesita mantenimiento. Según la formación política, “urge además el reacondicionamiento del túnel del plano inclinado, para lo cual se supone que ya había dotación presupuestaria”.
UN MONUMENTO ÚNICO
José Arozamena, miembro de CastroVerde y experto en arqueología, dio a conocer numerosos datos históricos relacionados con la extracción de mineral y con los ricos yacimientos de Dícido y Setares. Según explicó, en el diseño de las instalaciones mineras trabajaron algunos de los mejores ingenieros del último tercio del siglo XIX y principios de siglo, muchos provenientes de Inglaterra y Alemania. “En Europa había mucho hierro, pero el de aquí era especialmente valioso por su bajo contenido en fósforo, porque el fósforo, aunque en bajas cantidades, producía porosidad en el hierro una vez colado y era entonces más frágil”, apuntó.
La estructura que se conserva actualmente, de 1938, es la tercera construida y sustituye a la que fue destruida durante la Guerra Civil, de la que sólo se conserva la pilastra de sillería. El cargadero estuvo en uso hasta los años setenta, cuando la progresiva disminución de los embarques hizo más rentable el transporte mediante camiones. Hoy, el monumento es un símbolo de la minería de exportación que definió la actividad económica de generaciones de castreños, además de constituir un legado histórico único, por tratarse de una de las escasas estructuras de tipo “cantilever” que se conservan en Europa.
La ruta al cargadero de Dícido, que finalizó con un paseo de vuelta por los acantilados de Cotolino, es la primera de una serie de actividades con las que CastroVerde pretende fomentar el conocimiento de los valores ambientales, sociales y culturales del municipio castreño, organizando visitas guiadas a distintos puntos de interés.
+ información: http://www.viasverdescastrourdiales.es
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