Entrevista a Jose Manuel Garitacelaya Castillo (Gari)

"Si pintara la situación de castro, empezaría por unos nubarrones"

José Manuel Garitacelaya. Artista.

Sus carteles han promocionado las fiestas de Castro Urdiales, al menos, en ocho ocasiones. José Manuel Garitacelaya se ha hecho a sí mismo como artista y, pese a no haber recibido formación al respecto, ha logrado hacerse un hueco entre los pintores más conocidos del municipio. Aunque dice que no está a la altura de los profesionales, se congratula de que se valore su trabajo.

-¿Cómo pintaría la situación actual de Castro?

-Empezaría por pintar unos nubarrones muy grandes, porque vemos cómo está la situación en Castro. Por otra parte, con toda la gente joven que hay pintaría un poco de contraste, unas flores por ejemplo. A ver si los mayores nos fijamos un poco en lo que tenemos que dejar a los pequeños.

-Si pudiera cambiar algo en el municipio, ¿qué sería?

-Trataría de solucionar el desmadre que existe, ya no sólo a nivel urbanístico sino de ideas y de conciencia. Que nuestros pequeños pudieran vivir en sitios donde no existieran barreras. Lo triste de todo es que las barreras nos las ponemos nosotros mismos, en vez de trabajar codo con codo para solucionarlas. 

-¿Cuánto tiempo lleva dedicándose al arte?

-Comencé de chaval. Ya en la escuela se me daba bien el dibujo pero me metí de lleno a partir de los 25 años. Fue entonces cuando me centré en coger técnicas y en recuperar un poco lo que había aprendido en el instituto.

-Descubrió su faceta artística tarde.

-Sí, dibujaba bien pero nunca me había puesto. Soy un poco autodidacta.

-En su caso, ¿se puede decir que se hizo como artista?

-La disciplina de ponerte a pintar todos los días y preocuparte de leer las técnicas que existen es muy importante porque, en ese aspecto, estoy un poco pez. Lo que sé es porque me he molestado en aprender, nadie me ha enseñado. Si te marcas una disciplina de trabajo, al final consigues cosas positivas pero, desde luego, con la habilidad hay nacer y algunos tienen más que otros. 

-Tiene dos hijos, ¿alguno ha heredado ese gusto por la pintura?

-Uno sí. Está estudiando Bellas Artes, pero el otro, para este tipo de cosas, es un negado y los dos me han visto en casa de la misma forma. Quizá a uno le interese más. No sé cómo influye esto al final.

-¿Se junta con su hijo para hacer algún trabajo?

-Sí, y, además, nos criticamos uno a otro y nos damos consejos, algo que está muy bien. Lo cierto es que, nos hemos juntado desde que ellos eran pequeños para hacer manualidades con sus amigos, para eventos como el Día de la Madre.

-Es muy conocido en Castro por sus carteles para fiestas ¿En qué se inspira para elaborarlos?

-En lo típico de las fiestas a las que vayas a presentar el cartel. Lo que sí es cierto es que, al principio, vas con una idea concebida y al final cambias todo el cartel a medida que lo vas haciendo. Luego también depende un poco de lo que te propongas hacer. Yo al final los carteles que presento primeramente los pinto, y después lo paso al ordenador y lo trabajo en él, porque existen elementos, como el texto, que hecho a mano puede malograr el cartel. 

-Suele presentar carteles bastante innovadores. Quizá en San Andrés, por ejemplo, la gente espera un caracol y usted siempre va un poco más allá.

-Los carteles de Castro siempre son Santa María, el faro, el puente romano y al final te cansas un poco. Aunque en algún momento lo plasme, lo intento hacer de forma distinta, no tan realista como es la costumbre. A veces me da por hacer unas pinceladas un poco raras y cada uno luego en el cartel ve lo que quiere porque hay gente que me dice que ve el faro, cuando no es lo que he querido plasmar. 

-No se dedica a esto de forma profesional y, sin embargo, sus carteles han conseguido un importante reconocimiento.

-Está claro que este tipo de cosas no se hacen por dinero, se hacen por lo que te queda el orgullo de ganar los concursos. Ése es el reto.

Diario Montañés